Con la llegada del nuevo curso, la preocupación de muchos padres y madres por la salud de sus hijos aumenta. Piensan que sus hijos pueden enfermar con más facilidad al estar en contacto con otros niños. Precisamente ahora en octubre, comienza la campaña de vacunas contra la gripe.
Cuando nuestro cuerpo se expone a un virus o bacteria, éste reacciona creando anticuerpos para defenderse ante dicho ataque. Así es cómo funcionan las vacunas: proveen a nuestro sistema de una pequeña exposición antes de que ocurra una infección por la enfermedad. De esta manera, el cuerpo crea anticuerpos que se activarán en el caso de que nos contagiemos de esa enfermedad en un futuro.
Como dice el vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología, el doctor Amos García Rojas, sobre las vacunas: “no actúan solo sobre la enfermedad que estamos previniendo, sino también sobre las complicaciones que puede tener esa enfermedad, derivadas, por ejemplo, de otros microorganismos. En el caso de la vacuna frente a la gripe, no solo quedamos protegidos frente a la gripe, sino también frente a las complicaciones que puede desencadenar esta patología, como pueden ser procesos de tipo neumónico».
A diferencia de lo que algunos grupos contrarios a las vacunas puedan pensar, la vacunación, tanto en niños como en adultos, tiene muchas más ventajas que inconvenientes:
A pesar de que los bebés recién nacidos han recibido anticuerpos de sus madres durante a gestación, esta inmunidad desaparece durante el primer año de vida.
Vacunar a los niños también ayuda a proteger la salud de la sociedad en general. Cuantas más personas haya vacunadas, menor es el riesgo de contagio. Cuando la mayor parte de una comunidad está vacunada contra una enfermedad contagiosa, es menos probable que pueda haber un brote o epidemia ya que la gran mayoría de las personas están protegidas.
Si un niño no vacunado se expone a germen de la enfermedad, es posible que su cuerpo no sea lo suficientemente fuerte como para luchar contra la enfermedad.
El gasto que supone vacunar por prevención es mucho menor que curar al paciente una vez ya enfermado. Las visitas médicas u hospitalizaciones pueden acarrear un mayor impacto económico. Incluso, los niños enfermos también pueden hacer que los padres pierdan tiempo de trabajo.
En cuanto a la seguridad de las vacunas, los especialistas afirman que se trata de uno de los fármacos que pasa más controles de calidad. Los numerosos ensayos clínicos que se realizan son muy exigentes y se hacen con personas sanas y a largo plazo. Cuando finalmente se aprueba su uso, han pasado por un riguroso registro de control que garantiza su eficacia y seguridad.
Aquí te dejamos aquí el calendario de vacunación 2016. Si tienes alguna duda o consulta, estaremos encantados de poder atenderlas y responder de la manera más eficaz.
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