Quizás alguna vez hayas oído hablar del TDAH y te asaltan miles de dudas: ¿Qué es exactamente?, ¿a qué especialista debes acudir?, ¿cuáles son los síntomas?, ¿cómo puedo mejorar la situación de las personas que lo padecen?, y un largo etcétera.
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En primer lugar, definiremos este término. TDAH son las siglas que utilizamos para hablar del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Es un trastorno de carácter neurobiológico y se origina en la infancia. Su detección a tiempo es primordial para asegurar un diagnóstico acertado y así, poder aumentar las posibilidades de éxito en el tratamiento.
En cuanto a los síntomas que determinan esta enfermedad podemos decir que son muy variados y dependen de cada persona. Siempre están relacionados con conductas de hiperactividad, déficit de atención y comportamientos impulsivos.
Comportamientos asociados al TDAH
Falta de atención a los detalles o tendencia a cometer errores por simple descuido.
Dificultad para mantener la atención de forma continua en las tareas o en los juegos.
Aparentes problemas de audición.
Dificultad para seguir instrucciones.
Tendencia a perder objetos, como juguetes, cuadernos o deberes escolares.
Facilidad para distraerse.
Tendencia a los olvidos en las actividades cotidianas.
Nerviosismo constante.
Hablar excesivamente o de forma incontrolada.
Resulta normal que la mayoría de los niños se comporten de esta forma en algunas ocasiones. Pero la diferencia entre este tipo de comportamiento aislado y el TDAH es que, en el segundo caso, estos síntomas se presentan durante un largo período de tiempo, afectan a diferentes ámbitos y limitan que el niño se desarrolle adecuadamente en el medio social, escolar y familiar.
Basándonos en estas premisas, los padres son el factor más importante para detectar el TDAH. Asimismo, el colegio también tiene un papel primordial y, en muchos casos, suele ser quien da la primera voz de alarma. Los niños pasan muchas horas en la escuela y eso hace que los profesores puedan comparar la conducta y el funcionamiento cognitivo entre niños de la misma edad y avisar en caso de que exista algún indicio de problema. Habitualmente, los niños con TDAH suelen presentar dificultades académicas consecuencia de la sintomatología del trastorno que afectan negativamente a su rendimiento.
Una vez que hemos notado un comportamiento fuera de lo habitual en el niño, el siguiente paso es acudir al especialista. Será la unidad de Neurología Pediátrica la encargada de tratarlo. Aún no existe ninguna prueba que permita detectar de manera determinante la presencia del TDAH. Su diagnóstico implica una evaluación completa del niño compuesta por entrevistas y una exploración física. De ahí la importancia de acudir a un profesional cualificado que cuente con una amplia experiencia en este campo.
En definitiva, podemos decir que para un correcto tratamiento del TDAH es importante la detección precoz para reducir sus consecuencias. Así como concienciar a todo el personal docente y su entorno en general para manejar posibles situaciones en el colegio. Te recomendamos este blog sobre consejos y novedades sobre el TDAH.
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