Aunque el tiroides es pequeño en comparación con el resto del cuerpo, realiza un gran trabajo. Esta pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la base del cuello y por delante de la tráquea, produce la hormona tiroidea, fundamental para el desarrollo neurocognitivo, así como para el crecimiento y el metabolismo.
Normalmente, el tiroides no está en los radares de los padres, a menos que uno de ellos tenga una enfermedad tiroidea. La buena noticia es que nuestros especialistas en endocrinología infantil la revisan en las visitas de control y, debido a su ubicación, pueden examinar la glándula con bastante facilidad.
La enfermedad tiroidea no es infrecuente en niños, pero en muchas ocasiones los síntomas pueden ser vagos. Debido a esto, me gustaría ayudar a concienciar sobre ello. Estas son las cosas más importantes que debes saber sobre la enfermedad tiroidea en niños:
¿Qué es?
Hay dos tipos principales de trastornos tiroideos:
El hipotiroidismo, y el hipertiroidismo. También hablaremos de los nódulos tiroideos.
- Hipotiroidismo o tiroides poco activo: puede ser congénito o adquirido. Cuando un niño tiene esta afección, el tiroides no produce suficientes hormonas para que el cerebro y el cuerpo crezcan y se desarrollen normalmente. El hipotiroidismo congénito afortunadamente se detecta en todos los recién nacidos poco después del nacimiento, gracias a la famosa y universal “prueba del talón “El hipotiroidismo adquirido se desarrolla más tarde en la vida, más comúnmente en la adolescencia. El hipotiroidismo puede hacer que los niños se sientan cansados, aumenten de peso, tengan ciclos menstruales anormales, estreñimiento y crecimiento retardado.
- Hipertiroidismo: se da cuando el tiroides produce demasiada hormona tiroidea. Esto ocurre normalmente en adolescentes. Los síntomas del hipertiroidismo incluyen pérdida de peso inexplicable, diarreas, aumento del ritmo cardíaco (taquicardias), irritabilidad y dificultad para dormir.
- Nódulos tiroideos: son masas en la glándula tiroidea. En ocasiones, los nódulos pueden producir una hormona tiroidea adicional y causar síntomas de hipertiroidismo, pero generalmente no producen hormonas. La mayoría de los nódulos se detectan cuando se palpan durante un examen de cuello, por lo que es importante que el pediatra lo evalúe en cada visita anual.
Tratamiento
En general, la enfermedad tiroidea responde bien a los tratamientos. Lo más importante siempre es descubrir cuál es la causa, tanto del hipo como del hipertiroidismo para poder tratarla. A veces existen incluso procesos autoinmunes responsables de estos trastornos.
Para el hipotiroidismo, debemos suplementar a diario con un medicamento oral llamado levotiroxina, que es la misma hormona tiroidea que produce el cuerpo. Para el hipertiroidismo, el pediatra puede recetar un medicamento para reducir la producción de hormona tiroidea. A menudo, la endocrinología, la radiología y la ORL trabajan en equipo para determinar el mejor plan de acción para el tratamiento y la monitorización de la enfermedad del tiroides.
Si tienes dudas sobre el tiroides de tu hijo, ¡llámanos y pide cita!