La diabetes infantil se ha convertido en la segunda enfermedad crónica más común durante la edad pediátrica. En los últimos años, se ha producido un aumento en el número de casos debido, en parte, a una vida sedentaria y a los malos hábitos alimenticios.
En España, aproximadamente 30.000 niños menores de 15 años la padecen. A nivel nacional, la incidencia del tipo de diabetes que afecta principalmente a niños de 0 a 14 años es de 10-15 casos por cada 100.000 habitantes/año. Sin embargo, en Andalucía, esta cifra asciende a 15-20 casos nuevos.
La diabetes que afecta a los niños, se denomina diabetes mellitus tipo 1 o diabetes infantil, aunque en los niños también puede haber diabetes mellitus tipo 2 o del adulto, como ocurre con la obesidad infantil. La diabetes infantil puede surgir en las primeras semanas de vida, aunque suele ser más común desde los cinco hasta los siete años, y durante la pubertad.
Resulta fundamental identificar la diabetes infantil a tiempo para comenzar el tratamiento intensivo con insulina, y así evitar las complicaciones agudas y crónicas que pueden llegar a presentarse a largo plazo, así como para garantizar la calidad de vida.
[toc]Cómo detectar la diabetes infantil
Muchos son los padres que nos hacen preguntas en consulta sobre cómo pueden detectar de manera precoz si sus hijos padecen diabetes.
La diabetes se caracteriza por una elevación de los niveles de glucemia o azúcar en la sangre y aparece cuando el páncreas no puede producir insulina o cuando el cuerpo no puede hacer un buen uso de la insulina que produce.
La insulina es una hormona producida por el páncreas que actúa como una llave que permite que la glucosa de los alimentos que ingerimos pase de la sangre a las células del cuerpo para producir energía. Todos los alimentos ricos en hidratos de carbono se descomponen en glucosa en la sangre. La insulina ayuda a la glucosa a entrar en las células.
La incapacidad de producir insulina o de utilizarla de manera eficaz conduce a niveles elevados de glucosa en sangre.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes infantil?
Los síntomas que pueden presentar los niños que tienen diabetes pueden ser muy variados.
La triada clásica que se ha utilizado siempre para el diagnóstico de la diabetes ha sido la POLIFAGIA, POLIDIPSIA Y POLIURIA. Deben darse normalmente las tres.
Polifagia: los niños empiezan a comer como si no hubiera un mañana. Polidipsia: comienzan a beber mucha agua a lo largo de todo el día y de la noche, por lo que también aparece la Poliuria: también hacen mucho pipí.
A estos síntomas se les suman otros muy característicos como son:
- Pérdida de peso
- Fatiga o cansancio
- Olor afrutado del aliento
- Vulvovaginitis de repetición en las niñas
Muchos de vosotros me consultáis porque queréis una analítica de vuestros pequeños, porque sospecháis que tienen diabetes simplemente porque beben mucha agua y hacen mucho pipí. Esto es muy frecuente en casi todos los niños y, como ya hemos comentado, la polidipsia y la poliuria aisladas sin polifagia ni otros síntomas asociados no indican, por regla general, una diabetes. Podéis estar tranquilos.
¿Cómo prevenir la diabetes infantil?
Se puede prevenir esta enfermedad a partir del nacimiento de los niños. La prevención puede empezar con la lactancia materna, evitando así la alimentación artificial, rica en azúcares innecesarios durante esta fase.
Para evitar la obesidad infantil y, también la diabetes, es necesario que los niños disfruten de una alimentación saludable, así como de actividades físicas, evitando que lleven una vida sedentaria, permaneciendo mucho tiempo delante de la televisión, el ordenador o los videojuegos. Los niños necesitan una dieta rica en fibras y pobre en azúcar.
Lo ideal sería disminuir la ingesta de azúcares de absorción rápida como el azúcar refinado, moreno, cristal y de miel, y sustituirlos por los azúcares que ya existen en las pastas y frutas. En resumen:
- Favorecer la lactancia materna frente a alimentación artificial que contiene azúcares innecesarios.
- Realizar actividades físicas.
- Disfrutar de una alimentación sana y variada.
- Disminuir el consumo de azúcares de absorción rápida.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se obtiene mediante la determinación de la glucemia sanguínea, y el especialista endocrino pediátrico será la persona que se encargue del manejo de su tratamiento y del control metabólico.
El tratamiento es distinto según el tipo de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional.
Para la diabetes tipo 1, el tratamiento es a base de inyecciones de insulina diarias con dosis personalizadas para cada paciente. Al mismo tiempo, se debe hacer el control del nivel de glucosa en la sangre.
El tratamiento implica la administración de insulina externa y el control de azúcar en la sangre durante «toda» la vida. Otra parte muy importante del tratamiento es una educación en Salud para conocer qué, cuánto y cómo debemos comer para mantener una dieta adecuada, además de interiorizar el ejercicio como parte de nuestro día a día. Todo ello para ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre dentro del rango objetivo.
A causa del incremento de la obesidad infantil en nuestras tasas, la diabetes mellitus tipo 2 está siendo diagnosticada cada día más en niños y adolescentes de 11-12 años, debido a una resistencia a la insulina. Es decir, nuestro páncreas fabrica insulina, pero cuando esta llega a las células, las células no la reconocen y no la dejan actuar como habitualmente. Como resultado, la glucosa aumenta en la sangre (lo que conocemos como hiperglucemia).
Con frecuencia, la diabetes tipo 2 se puede controlar (que no desaparecer) mediante un cambio en la dieta, aumentando el ejercicio y manteniendo un peso saludable, pero a veces se necesitan medicamentos. En la diabetes tipo 1 siempre necesitaremos insulina ya que, como hemos comentado, el páncreas no puede producirla.
Para la diabetes de tipo gestacional, una de las pruebas rutinarias a las que se somete actualmente a las mujeres embarazadas es un test de despistaje. Es un test que se realizan a individuos aparentemente sanos con el objetivo de detectar a aquellos con un riesgo elevado de padecer cierta enfermedad, denominado prueba de O´Sullivan. Esta prueba consiste en determinar el nivel de glucemia en sangre tras la ingesta de 50gr de glucosa, independientemente del momento del día y de la ingesta previa de alimentos. Un resultado igual o superior a 140mg/dl significará un resultado positivo para diabetes gestacional.
La diabetes gestacional será tratada principalmente mediante la dieta, puesto que los hipoglucemiantes orales están contraindicados durante la gestación. El objetivo de este tratamiento es la regulación del metabolismo materno y el desarrollo normal del embarazo y del parto.
La diabetes en la escuela
Para facilitar la integración escolar y social del niño con diabetes en un ambiente de seguridad, es necesario que tanto profesores como educadores conozcan la situación del niño.
Un diagnóstico temprano de esta enfermedad puede mejorar considerablemente la salud y la calidad de vida de quienes la padecen. Ante la más mínima sospecha, ¡acude a Centro Pediátrico!