En un artículo anterior hablamos sobre las causas y síntomas del VIH en niños y adolescentes. Esta semana te traemos la segunda parte sobre este tema y nos centramos en el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad.
¿Cómo se diagnostica el VIH?
El VIH se diagnostica mediante un análisis de sangre, pero puede ser necesario más de un examen para confirmarlo.
El diagnóstico puede confirmarse si la sangre contiene anticuerpos contra el VIH. Pero al principio de la infección, los niveles de anticuerpos pueden no ser lo suficientemente altos para su detección.
Si la prueba es negativa, pero se sospecha que se tiene VIH, los tests pueden repetirse a 3 los meses y de nuevo a los 6 meses.
Cuando un adolescente da positivo por VIH, todas las parejas sexuales y las personas con las que haya compartido agujas o jeringas deben ser notificadas para que también puedan hacerse la prueba y comenzar el tratamiento, si es necesario.
¿Cómo se trata el VIH?
Es posible que el VIH no tenga una cura actual, pero se puede tratar de manera efectiva. Hoy, muchos niños y adultos con VIH viven vidas largas y saludables.
El tratamiento principal para los niños es el mismo que para los adultos: la terapia antirretroviral. La terapia antirretroviral y los medicamentos ayudan a prevenir la progresión y transmisión del VIH.
El tratamiento para niños requiere algunas consideraciones especiales. La edad, el crecimiento y la etapa de desarrollo son importantes y deben reevaluarse a medida que el niño entra en la pubertad y hasta la edad adulta.
Otros factores a tener en cuenta:
- Gravedad de la infección por VIH
- El riesgo de progreso de la enfermedad
- Enfermedades anteriores y actuales relacionadas con el VIH
- Toxicidades a corto y largo plazo
- Efectos secundarios
- Interacciones con medicamentos
Los estudios demuestran que comenzar la terapia antirretroviral poco después del nacimiento aumenta la esperanza de un bebé, disminuye la gravedad de las enfermedad y reduce las posibilidades de que el VIH progrese.
La terapia antirretroviral implica una combinación de varios medicamentos antirretrovirales diferentes. Los medicamentos pueden tener que ajustarse de vez en cuando en función de determinados factores médicos.
La clave para una terapia antirretroviral exitosa es el cumplimiento a rajatabla del tratamiento. Según la OMS, se requiere adhesión (la adherencia significa tomar los medicamentos exactamente como se recetaron). Esto puede ser difícil para los niños, especialmente si tienen problemas para tragar píldoras o quieren evitar efectos secundarios desagradables. Para remediar esto, algunos medicamentos están disponibles en líquidos o jarabes para que sea más fácil de tomar para los niños pequeños.
Los padres y cuidadores deben trabajar estrechamente con los doctores. En algunos casos, el asesoramiento familiar puede ser beneficioso para toda la familia.
Los adolescentes que viven con VIH quizás necesiten:
- Terapia de salud mental y grupos de apoyo
- Asesoramiento sobre salud reproductiva, incluida la anticoncepción, hábitos sexuales saludables y embarazo
- Pruebas de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)
- Detección de uso de sustancias
- Apoyo para una transición sin problemas a la atención médica de adultos
Vacuna contra el VIH
Hoy en día se están realizando pruebas con vacunas experimentales para prevenir y tratar la infección por el VIH, pero hasta ahora no se ha aprobado ninguna fuera de ensayos clínicos.