La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica que se da cuando el páncreas es incapaz de producir insulina o hay un fallo en su mecanismo de acción. Dado que la insulina se encarga de llevar el azúcar a las células a través de la sangre, las células dejan de recibir el azúcar necesario para su correcto funcionamiento y el hígado deja de almacenarlo y el azúcar se encuentra en niveles anormalmente elevados en el torrente sanguíneo.
Tipos de diabetes en niños
La diabetes tipo 1 y tipo 2 son enfermedades diferentes, pero ambas afectan a la producción de insulina en el cuerpo.
La diabetes mellitus tipo 1 es, por desgracia, una de las enfermedades crónicas infantiles que más ha aumentado en los últimos años en todo el mundo (un 3.8%). Se estima que en España hay 1100 casos nuevos cada año y afecta a 33.000 niños menores de 15 años.
La diabetes tipo 1 o diabetes infantil impide al páncreas producir insulina. Como ya hemos mencionado, sin la insulina el azúcar no puede llegar a las células y necesitamos tratamiento para solucionar el problema.
El tratamiento implica la administración de insulina externa y el control de azúcar en la sangre durante «toda» la vida. Otra parte muy importante del tratamiento es una educación en Salud para conocer qué, cuánto y cómo debemos comer para mantener una dieta adecuada, además de interiorizar el ejercicio como parte de nuestro día a día. Todo ello para ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre dentro del rango objetivo.
A causa del incremento de la obesidad infantil en nuestras tasas, la diabetes mellitus tipo 2 está siendo diagnosticada cada día más en niños y adolescentes de 11-12 años, debido a una resistencia a la insulina. Es decir, nuestro pancreas fabrica insulina pero cuando esta llega a las células, las células no la reconocen y no la dejan actuar como habitualmente. Como resultado, la glucosa aumenta en la sangre (lo que conocemos como hiperglucemia).
Con frecuencia, la diabetes tipo 2 se puede controlar (que no desaparecer) mediante un cambio en la dieta, aumentando el ejercicio y manteniendo un peso saludable, pero a veces se necesitan medicamentos. En la diabetes tipo 1 siempre necesitaremos insulina ya que, como hemos comentado, el pancreas no puede producirla.
Síntomas
La triada clásica que se ha utilizado siempre para el diagnóstico de la diabetes ha sido la POLIFAGIA, POLIDIPSIA Y POLIURÍA. Deben darse normalmente las tres.
Polifagia: los niños empiezan a comer como si no hubiera un mañana. Polidipsia: comienzan a beber mucha agua a lo largo de todo el día y de la noche, por lo que también aparece la Poliuría: también hace mucho pipí.
A estos síntomas se les suman otros muy característicos como son:
- Pérdida de peso
- Fatiga o cansancio
- Olor afrutado del aliento
- Vulvovaginitis de repetición en las niñas
Muchos de vosotros me consultáis porque queréis una analítica de vuestros pequeños, porque sospecháis que tienen diabetes simplemente porque beben mucha agua y hacen mucho pipí. Esto es muy frecuente en casi todos los niños y, como ya hemos comentado, la polidipsia y la poliuría aisladas sin polifagia ni otros síntomas asociados no indican, por regla general, una diabetes. Podéis estar tranquilos.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 en los niños tienden a desarrollarse rápidamente, durante un período de unas pocas semanas, mientras que los síntomas de la diabetes tipo 2 se desarrollan más lentamente y pueden incluso no ser diagnosticados durante meses, años o hasta la edad adulta.
Un diagnóstico temprano de esta enfermedad puede mejorar considerablemente la salud y la calidad de vida de quienes la padecen. Ante la más mínima sospecha, ¡acude a Centro Pediátrico!