El autismo es un trastorno neurobiológico complejo del desarrollo que incluye disfunciones tanto en las interacciones sociales, como en el desarrollo del lenguaje y de las habilidades comunicativas, combinado con una tendencia a desarrollar comportamientos rígidos y repetitivos. Debido a la gran variedad de síntomas, el autismo ahora se conoce trastorno del espectro autista (TEA).
Los síntomas y su severidad varían mucho en estas tres áreas esenciales. Si las juntamos, pueden resultar desafíos relativamente suaves para un niño diagnosticado con TEA altamente funcional. Para otros, sin embargo, los síntomas pueden ser más severos, como cuando los comportamientos repetitivos y la carencia del lenguaje hablado interfieren en la vida diaria.
No siempre es fácil para los padres saber si un niño tiene trastorno del espectro autista (TEA). Algunos de los síntomas del TEA se pueden ver en niños con otros tipos de problemas de desarrollo o de conducta o, en menor medida, en niños con desarrollo típico. Además, no todos los síntomas se observan en todos los niños. Algunos niños pueden mostrar solo algunos de los síntomas. Esto es lo que hace que el proceso de diagnóstico del TEA sea difícil.
A continuación hemos establecido una serie de signos tempranos para reconocer el trastorno del espectro autista en niños:
Diferencias sociales
- Se resiste a acurrucarse cuando lo coges en brazos
- Quizás presente diferencias de temperamento durante la infancia, como ser un bebé muy callado o un bebé muy irritable
- Realiza muy poco o ningún contacto visual
- Muestra muy poca o ninguna expresión como respuesta a la sonrisa de sus padres u otras expresiones faciales
- Evita seguir la mirada de sus padres para ver qué miran o seguir un dedo para ver qué señalan
- No señala objetos o sucesos para que sus padres los miren
- Es poco probable que muestre cosas a sus padres para compartir su interés
- Es poco probable que muestre expresiones faciales adecuadas
- Presenta dificultad para reconocer qué pueden estar pensando o sintiendo otros solo con mirar sus expresiones faciales
- Es poco probable que muestre preocupación o empatía por otros
- Tiene dificultad para establecer y mantener una amistad
Diferencias en comunicación
- No dice palabras sueltas a los 15 meses o frases de dos palabras a los 24 meses
- Puede que repita las palabras exactas de otros son comprender su significado
- Responde a sonidos (claxon de un coche o maullido de un gato) pero es complicado que responda a ellos al ser nombrados
- Puede referirse a sí mismo como “tú” y a otros como “yo” (confusión de pronombres personales)
- Muestra muy poco o ningún interés en comunicarse
- Es poco probable que comience o siga una conversación
- Es poco probable que utilice juguetes u otros objetos para representar a la gente del mundo real y jugar
- Es posible que tenga muy buena memoria para recordar números, canciones, sintonías televisivas u otras melodías
- Es probable que algunos niños sufran retrocesos lingüísticos entre los 15 y 24 meses
Diferencias de comportamiento (patrones estereotípicos, repetitivos y restringidos)
- Puede mecerse, girar, balancearse, retorcer los dedos o aletear con las manos (comportamiento estereotípico)
- Le gustan la rutina, el orden y los rituales
- Quizás se obsesione con algunas actividades, realizándolas repetidamente a lo largo del día
- Es muy probable que juegue con partes de juguetes en vez de con el juguete entero (por ejemplo, las ruedas de un coche de juguete)
- Puede tener habilidades fragmentadas, como la capacidad de leer a una edad muy temprana pero a menudo sin comprender lo que significa
- Puede que no llore si algo le duele o si tiene miedo
- Es posible que muestre mucha o ninguna sensibilidad a los olores, sonidos, luces, texturas… (diferencias a la hora de procesar sensaciones)
- Puede utilizar la visión o mirar de manera inusual (por ejemplo, mirar objetos desde ángulos poco comunes)
- Es posible que presente intereses poco comunes o intensos, pero reducidos
Aquí hay algunos ejemplos que pueden ayudar a distinguir a un niño con TEA de otros niños, haciendo una diferenciación por edades.
A los 12 meses
- Un niño con desarrollo típico girará su cabeza al oír su nombre.
- Un niño con TEA quizás no se gire a mirar, incluso aunque se le haya llamado por su nombre repetidas veces, pero responderá a otros sonidos.
A los 18 meses
- Un niño con retraso en sus habilidades lingüísticas señalará, gesticulará o usará expresiones faciales para compensar sus carencias de habla.
- Un niño con TEA quizás no intente compensar su retraso en las habilidades lingüísticas, o puede que se limite a repetir lo que oiga en la TV o lo que acabe de oír.
A los 24 meses
- Un niño sin TEA le llevará una foto a sus padres para que la vean y compartir sus emociones con ellos.
- Un niño con TEA quizás les lleve a sus padres un frasco de burbujas para que lo abran pero sin mirarlos a la cara al hacerlo y sin compartir las emociones o el juego.