Los niños pequeños ciertamente aportan emoción a nuestras vidas, ¿verdad? Un minuto están en la cima del mundo cantando y bailando en la sala de estar… y al siguiente, son un montón de lágrimas en el suelo de la cocina. A menudo pueden parecer una bomba de relojería emocional que hace tictac y nunca sabemos a ciencia cierta qué la hará detonar.
Muchas veces el motivo de su descontento o frustración es la incapacidad de comunicarse o sentirse comprendido. ¡Imagínate lo frustrante que es!
Por este motivo, desde Centro Pediátrico queremos darte esta serie de consejos para que la próxima vez que tu pequeño esté angustiado o coja una rabieta sepas cómo actuar:
Nombra sus emociones
Cuando tu niño está enfadado o triste, solo dilo. Puede parecer obvio, pero tu hijo quiere saber que tú lo sabes y lo entiendes. Por ejemplo: está enfadado porque no puede «lavar» su zapato en el inodoro. Por absurdo que pueda parecer, simplemente di: “estás muy enfadado porque quieres lavar tu zapato en el inodoro”. Aunque esta sencilla acción de reconocimiento parezca absurda, hará que tu pequeño se sienta mejor.
Di lo que sabes que quiere decir
Tu hijo está llorando, con un berrinche de aúpa y tú sabes exactamente por qué. Quiere jugar más tiempo en el parque, pero tienes que atender otras obligaciones. Es hora marcharse. En lugar de arrastrarlo, lágrimas incluidas, tómate un momento y di lo que le gustaría decir: “ya lo sé, no quieres irte. Quieres quedarte más tiempo y jugar en los columpios. Sé que quieres quedarte. ¿Qué te parece si nos quedamos 2 minutos más? Después nos vamos a casa de verdad”.
Escucha
Callar y escuchar. A veces es lo único que todos necesitamos en algún momento. Incluso si quienes nos escuchan no tienen ni idea de lo que estamos diciendo.
Enséñale lenguaje de signos
Durante los primeros años de infancia, existe una clara desconexión entre el desarrollo del cerebro y la capacidad del habla. Es muy frustrante para ellos no poder decir / transmitir lo que quieren o están pensando. Enséñales algunas señales esenciales como por favor / más / leche / todo listo. Les dará cierta autonomía y control, y podréis evitar muchos malentendidos entre padres y niños pequeños.
Ofrece una alternativa
¿Tu hijo es de los que muerde cuando se sobre excita o emociona al ver a alguien? Bueno, es su manera de decir “¡hola! ¡Estoy muy contento de verte! ¡Vamos a jugar!” En ese momento, lo creas o no, los dientes son su herramienta para expresarlo. Dale otra forma de mostrar emoción… como saltar de un lado a otro, aplaudir o chocar la palma de la mano.
Los niños pequeños solo quieren ser entendidos. ¡Todos queremos lo mismo, ¿verdad?! Ayuda a tu hijo a superar estos obstáculos de su vida cotidiana con empatía y comprensión.