La alimentación complementaria es la primera experiencia de nuestros bebés con la comida de tipo no láctea. Como pediatra en Sevilla se muy bien la cantidad de dudas que genera esta experiencia, y es por eso que os he escrito este artículo, en el que intentaré explicaros en que consiste y marcaros una pautas básicas.
¿En que consiste la alimentación complementaria?
Para empezar, debemos tener claro que la alimentación complementaria es un proceso que vas desde que la leche (materna o de fórmula) deja de ser suficiente para atender las necesidades nutricionales del bebé (esto suele ser sobre los 6 meses de vida) y comenzamos a añadir otro tipo de alimentos a su dieta de modo regular, hasta que el niño recibe una alimentación parecida a la del resto de la familia, entre los 18 a 24 meses de vida.
No existe una ciencia exacta que establezca unas normas sobre la alimentación complementaria, es un proceso flexible que carece de reglas fijas, ya que al igual que sobre la alimentación general hay demasiados factores a tener en cuenta a la hora de establecer unas pautas. Por eso, es muy importante el papel del profesional en este proceso, que nos orientará y resolverá nuestras dudas, marcando las pautas a seguir de manera adaptada para cada pequeño.
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¿Como debemos introducir los alimentos en la dieta de nuestros hijos?
La introducción a la alimentación complementaria debe ser progresiva, sustituyendo las tomas de leche una a una, y dejando al menos una semana entre cada nuevo alimento, para que el niño pueda irse adaptando. Como en otras cosas los pequeños aprenderán de lo que hagamos, por lo que es muy importante enseñarles buenos hábitos alimentarios, que contribuirán a su correcto desarrollo y a una vida adulta más saludable.
En esta tabla, podréis ver el orden adecuado para la introducción de la alimentación complementaria en función de la edad del niño.
Esta tabla es orientativa, ya que como hemos comentado anterior mente cada niño es único, y además también existen otros sistemas como la alimentación complementaria autorregulada por el propio bebé y sobre la que podréis encontrar más información en el siguente enlace.
A la hora de introducir a nuestros hijos la alimentación complementaria sea cual sea el sistema que elijamos, debemos tener en cuenta que debe ser un proceso voluntario por parte del niño, y que requiere de gran paciencia por parte de los padres. No debemos rendirnos ante la negativa de los pequeños pero tampoco obligarles, también es importante respetar sus gustos y establecer hábitos como el de lavarse las manos o comer sentados.
Espero que este post os ayude con vuestros hijos, ya sabeis que si necesitais más información podeis escribirme a info@pediatrasevilla.es y atendere personalmente vuestras peticiones.