El exantema súbito (también conocida como roséola o sexta enfermedad) es una infección viral que típicamente afecta a niños entre los tres meses y los 2 años. Se propaga por contacto directo con saliva o mediante gotitas procedentes de tos o estornudos, por lo que es fácil de contagiar de una persona a otra. Esta enfermedad no es grave y suele tener un periodo de incubación de entre 5 a 15 días. En Centro Pediátrico chequearemos a tu pequeño para un correcto diagnóstico.
Síntomas
Generalmente empieza con una subida de fiebre que dura entre tres y cinco días. Esta subida repentina de fiebre suele “descolocar” a los padres y madres puesto que, en apariencia, es una fiebre “sin foco”: no va acompañada de tos, moqueo, dolor, diarrea o cualquier otro síntoma que pueda asociarse a un estado febril. De hecho, el excelente estado general de los niños es sorprendente. Una vez baja la fiebre y hasta el siguiente pico febril, los pequeños están como una rosa, y esto es muy tranquilizador para todos.
Si bien la mayoría de los niños no están muy enfermos durante la etapa de fiebre, las temperaturas pueden elevarse por encima de los 39 °C. Así que, ¡tranquilos!
Cuando termina la fiebre, aparece una erupción, con manchas rojas rosáceas en el torso, los brazos, las piernas y la cara. La erupción puede durar desde unas pocas horas hasta dos días y, aunque no parece agradable, generalmente no causa picazón ni dolor.
¿Existe tratamiento para el exantema súbito?
Si bien la fiebre y la erupción pueden ser alarmantes, la mayoría de los niños se recuperan sin tratamiento. No existe ningún fármaco disponible para eliminar el virus. Es un cuadro autolimitado pasados 5 o 6 días. El tratamiento es sintomático: si tu pequeño tiene fiebre y está muy irritable, puedes utilizar un antitérmico (inicialmente paracetamol cada 6-8 horas).
Consejos del pediatra
Por lo general, en bebés muy pequeños que tienen menos de seis meses de edad, estaríamos más preocupados por la fiebre alta y definitivamente tendrían que ser atendidos por un pediatra.
Los niños con exantema deben seguir las precauciones típicas de una persona enferma (lavándose las manos con frecuencia, cubriéndose la tos y los estornudos), aunque eso obviamente puede ser un desafío cuando se trata de un bebé, jejejeje.
Cuando aparezcan manchitas, estírale la piel con dos dedos: si se aclaran y desaparecen, ¡tranquilidad! Consulta con Centro Pediátrico, pero sin salir corriendo a urgencias ?.