¿Por qué meten los niños los pies hacia dentro?
La anteversión femoral es uno de los motivos más comunes de visita al pediatra, ya que los padres observan fácilmente que sus hijos meten los pies hacia dentro.
Consiste en una situación en la que el cuello femoral se inclina hacia adelante, lo que causa que la parte baja de la pierna gire hacia adentro.
Cuando la anterversión femoral es excesiva la parte superior del fémur (hueso del muslo) rota y hace que el pie gire hacia adentro. Suele ser más perceptibles entre los 3 y 10 años de edad, siendo más frecuente en las niñas.
¿Cómo detectar la anteversión femoral?
Lo más característico de un niño con anteversión femoral es la tendencia a meter los pies hacia dentro, y con frecuencia, en los casos con anteversión femoral excesiva se sentarán en una posición en W ya que así es como se sienten más cómodos. Esto tiene sentido dado que la torsión en el hueso del muslo permite que las caderas roten hacía adentro más de lo que rotan hacia afuera.
¿Es una enfermedad grave?
No se considera enfermedad ni afección médica, sino una variación normal del desarrollo. De hecho la mayoría de los niños regresarán a la posición normal sin necesidad de tratamiento.
Solo en un reducido número de casos la anteversión femoral persiste hasta la edad adulta, y por lo general no presentan dolor ni dificultades en una vida normal o en la realización de ningún deporte.
La anteversión femoral no tiene por qué suponer un problema continuado en el tiempo, ni tener repercusiones graves en la vida adulta. No obstante, es preferible detectar los síntomas y fomentar los buenos hábitos en la postura.
¿La anteversión femoral requiere algún tratamiento?
En la gran mayoría de los casos no precisa ningún tratamiento, ya que como hemos dicho anteriormente se corrige sola con el tiempo.
En muy pocos casos algunos niños pueden presentar casos de anteversión femoral excesiva grave, con dolor y dificultad para realizar actividades físicas, en los que puede recomendarse muy excepcionalmente una cirugía si el niño no ha mejorado entre los 8 y 10 años de edad.
Como ya habéis leído, en la mayoría de los casos la anteversión femoral no suele ser importante, y solo debemos tener algo de paciencia. A pesar de esto, nunca está de más tener en cuenta algunas recomendaciones o realizar algunos ejercicios que favorezcan la corrección de la anteversión femoral lo antes posible.
Recomendaciones para los padres
Como padres, debemos estar muy atentos a los gestos y posturas de nuestros pequeños para detectar los indicios de anteversión femoral y ayudarles a habituarse a mantener posturas que les ayuden a corregirla.
Por ejemplo, en los primeros meses de vida no debemos colocar a los bebés boca abajo en la cuna, así evitaremos forzar la anteversión de la cadera. En niños con algo más de edad, que ya empiezan a sentarse, debemos estar muy atentos. Como ya dijimos una de las posturas más características en niños que padecen anteversión femoral es la de sentarse en el suelo con las piernas en forma de W, esta postura impide que la anteversión femoral se corrija con el tiempo. La mejor forma de sentarse será con las piernas cruzadas delante (como los indios), intentaremos evitar también que se sienten con los pies o los tobillos bajo los glúteos.
Ejercicios que favorecen la resolución de la anteversión femoral
La realización de algunos ejercicios también nos pueden ayudar a acelerar la desaparición de la anteversión femoral, son ejercicios sencillos que podremos realizar con ellos fácilmente.
- Caminar: pero ha de ser una caminata consciente, corrigiendo la marcha del niño y haciendo entender que debe caminar con los dedos hacia delante.
- Ejercicio del puente: este ejercicio estabiliza el torso y obliga al fémur a alinearse adecuadamente con la cadera y la rodilla. El niño deberá recostarse sobre su espalda con sus rodillas flexionadas y los pies sobre el suelo, a la distancia de las caderas. Debería tomar una inhalación profunda, después exhalar y presionar la espalda alta contra el suelo conforme levanta las caderas del mismo. Presionando sus pies contra el suelo y contrayendo sus glúteos. La parte baja de su cuerpo debe subir de forma que se forme una línea recta desde sus hombros hasta la cadera. A continuación, inhala otra vez, aún en esa posición alta, y exhala conforme baja lentamente a la posición inicial. Lo aconsejable es hacerse cinco repeticiones de este ejercicio diariamente.
- Caminar hacia atrás: con este ejercicio ayudaremos a fortalecer los músculos de la cadera y a reducir la fuerza que se ejerce sobre el fémur. Lo más aconsejable es practicarlo todos los días, en series de 10 pasos hacia delante y 10 pasos hacia atrás.
Es importante observar y corregir ciertos hábitos en las posturas desde bien pequeños. Si tienes dudas o empiezas a observar problemas relacionados con la anteversión femoral, pide cita y te ayudaremos.
A día de hoy no existe ningún tratamiento ortopédico que corrija la anteversión femoral, así que como padres, nuestra mejor arma debe ser la paciencia y la constancia para llevar a cabo todas las recomendaciones y los ejercicios.
Espero que este artículo os ayude, y si os ha gustado, ¡compartid!
Nos vemos pronto.