Los alimentos y productos procesados, así como las bebidas azucaradas, constituyen un peligro para la salud de tus pequeños.
El consumo de azúcar se ha relacionado siempre con el azúcar blanco que utilizamos en cucharadas o terrones para endulzar nuestras bebidas, por ejemplo. Pero éste no es la única cantidad que los niños ingieren al día. Productos como los zumos o las bebidas ya envasadas que normalmente se compran en supermercados, son las principales fuentes de azúcares añadidos en la dieta de tu hijo.
¿Qué podemos hacer para reducir el consumo de azúcar en los peques?
-Lo principal es leer y saber interpretar la etiqueta de cada uno de los productos dirigidos a ellos. Hay que tener en cuenta, que incluso en aquellos productos denominados “0 azúcares” o “sin azúcar añadido” también hay azúcar, aunque en una cantidad menor que en los productos generales.
-Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que el azúcar se puede denominar de muchas otras formas y tener presencia en la etiqueta de los productos con nombres como: sacarosa, fructosa o dextrosa.
-Una medida que podemos tomar sin hacer mucho esfuerzo es sustituir los zumos ya preparados por zumos naturales exprimidos por nosotros mismos. Hay que tener en cuenta que cualquiera de los productos envasados que compramos contienen azúcar: lonchas de pollo envasadas, pizzas, cereales para el desayuno o patatas fritas.
-Otra opción a los edulcorantes artificiales es la estevia, de origen natural y tiene un gran poder para endulzar tus alimentos.
Las enfermedades derivadas del consumo del azúcar no solo son las relacionadas con las caries o la obesidad infantil, sino enfermedades derivadas más graves como hipertensión o síndrome metabólico. La OMS recomienda que se reduzca la ingesta de azúcar por debajo del 5% de la ingesta calórica.
Educar a los pequeños para ingieran menos azúcar es fácil de conseguir con pequeñas acciones en el día a día. Puedes consultar a tu pediatra para que te aconseje cuál es la mejor forma de hacerlo.







