Si estás embarazada o planeas estarlo, seguramente sepas que el nacimiento prematuro suele ser uno de los problemas que pueden presentarse durante tu embarazo. Según la Asociación de Padres de Niños Prematuros, cada año nacen de manera prematura en España 28.000 bebés (1 de cada 13). Afortunadamente, la incidencia es baja, aunque en los últimos años ha aumentado, probablemente asociado al ritmo de vida que llevamos, a madres cada vez más añosas, y al aumento de técnicas de reproducción asistida.
La prematuridad es un problema ya que los bebés prematuros pueden enfrentarse a más problemas de salud a corto y largo plazo, como problemas de visión, audición, cerebral y pulmonar, e incluso aumenta el riesgo de mortalidad.
Lógicamente, estos problemas serán más frecuentes cuanto más prematuros sean nuestros bebés, pero esto no implica que todos los recién nacidos pretérminos acaben teniendo problemas. La medicina ha avanzado mucho en este sentido y ha permitido aumentar sobremanera la supervivencia y la calidad de vida de estos pacientes.
Estudios recientes mostraron que hasta el 25% de los nacimientos prematuros podrían atribuirse a tres factores de riesgo:
- El espacio entre embarazos,
- El índice de masa corporal (IMC) de la madre antes del embarazo
- La cantidad de aumento de peso durante el embarazo.
Como bien sabéis, son muchos los factores que pueden desencadenar un parto prematuro y muchos de ellos aún están por descubrirse. Aquí hemos seleccionado estos tres para que puedas conocerlos y podamos trabajarlos para reducir el riesgo.
¿Qué puedes hacer para evitar esta situación? Hablar con tu médico al respecto es un excelente primer paso. Aquí hay algunas preguntas que puedes hacernos:
Antes del embarazo
- ¿Cómo afectará mi peso a mi futuro embarazo?
Sabemos que tener un IMC alto o un IMC bajo durante el embarazo puede afectar negativamente. Si tu peso es demasiado bajo antes del embarazo, es un factor que puede favorecer que se adelante el parto. Y si tienes un IMC alto, aumentan las posibilidades de desarrollar presión arterial alta y diabetes gestacional, dos factores de riesgo importantes.
- Ya he pasado por un embarazo. ¿Cuánto debería esperar hasta el siguiente?
La falta de espacio suficiente entre embarazos es otro factor de riesgo más para el parto prematuro. Lo recomendable es que las madres esperen al menos un mínimo de 12-24 meses entre embarazos. Este espacio permite que la madre se recupere por completo, y parece contribuir a disminuir el riesgo de prematuridad.
- Mi último parto fue prematuro. ¿Cómo puedo prevenirlo en mi siguiente embarazo?
Tener un parto prematuro significa que es más probable que tengas otro. Pregúntale a tu ginecólogo qué factores de riesgo tuviste la última vez que podrían afectar al siguiente. Podemos contribuir a disminuir aquellos factores de riesgo que conocemos, pero no evitar finalmente un desenlace precoz del embarazo. Hay factores individuales que no podemos controlar.
Durante el embarazo
- ¿Qué puedo hacer para tener un embarazo saludable?
Además de mantener un peso saludable, mantener una actividad física moderada, no fumar y tomar ácido fólico, es probable que tu ginecólogo te diga lo importante que es asistir a todas las visitas prenatales. Esto le permitirá vigilar cómo está progresando el embarazo y estar preparado para cualquier problema potencial.
- ¿Es recomendable medir el cérvix?
Llamamos cérvix al cuello uterino, lo que separa el útero de la vagina. Sabemos que las mujeres con un cuello uterino corto tienen un 50% de posibilidades de parto prematuro. Si tu ginecólogo te dice que tienes un cuello uterino corto en una revisión rutinaria mediante ecografía, probablemente te proponga revisiones más estrechas e incluso en ocasiones y dependiendo del caso, sugerirte que tomes suplementos de progesterona entre las 24 semanas de edad gestacional y hasta las 37 semanas para prevenir la prematuridad. Esta prueba no se recomienda a todas las embarazadas, por lo que será tu obstetra quien evaluará si es pertinente realizarla. Por ejemplo, si has tenido un parto prematuro previo o abortos de repetición.