Son cada vez más las consultas de este tipo las que nos llegan a nuestro centro y por ello, queremos abordar este tema. ¿Realmente un niño puede seguir una dieta vegana?
Desde que nacen hasta los primeros 6 meses de vida los bebés necesitan leche materna , por lo que en este caso no implica ninguna dificultad.
A partir de los 6 meses, aunque la leche sigue siendo el alimento más importante, el bebé deberá ingerir poco a poco alimentos sólidos y es ahí cuando puede aparecer el problema, ya que, si no sigue una dieta equilibrada, podría presentar deficiencias nutricionales y afectar a su crecimiento.
¿Qué nutrientes necesita mi peque para una dieta equilibrada?
Los principales nutrientes necesarios para su correcto desarrollo y crecimiento son hierro, calcio, proteínas, energía, vitamina D y sobretodo, vitamina B12. Éste último es de origen animal obtenida en un principio por la lactancia materna y más tarde mediante el consumo de alimentos como la carne y el pescado. Las proteínas también juegan un papel importante en la dieta equilibrada, ya que, necesitan más que los adultos por su rápido crecimiento.
El consumo exclusivo de vegetales es muy pobre para estos nutrientes porque a pesar de que una dieta vegana es sana, también es incompleta. Un niño hasta la adolescencia debería llevar una dieta mediterránea basada en el consumo de verduras, legumbres, lácteos y alimentos procedentes de animales y cuidar mucho su alimentación, ya que, los niños veganos pueden crecer a un ritmo más lento.
Pero, ¿qué beneficios puede tener una dieta vegana?
Al tomar gran cantidad de frutas y verduras bajan los niveles de colesterol y están expuestos a una cantidad menor de carcinógenos y mutágenos presentes en la carne. También disminuye el riesgo de obesidad y el exceso de grasas. Por otro lado, aumenta los niveles de fibra presentes en los alimentos como los cereales, frutas con piel y verduras.
Riesgos de la dieta vegana
Se produce un desequilibrio de macronutrientes y vitaminas que aparece al consumir este tipo de dieta. Por otro lado, puede afectar al crecimiento y al desarrollo neuronal, así como al desarrollo del sistema nervioso y de la sangre. También puede desenfocar en anemia al no formarse correctamente los glóbulos rojos.
¿Qué es lo recomendable?
Seguir una dieta mediterránea durante la etapa de crecimiento y poco a poco introducir más vegetales, sin olvidar alimentos que provienen de animales como los lácteos y el huevo. Es recomendable consultar con tu pediatra que el niño esté completamente sano y no presente ninguna deficiencia nutricional. El especialista será quién mejor te asesore sobre qué alimentos necesita consumir para cubrir con todas las necesidades nutricionales.
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