De acuerdo con la OMS, se estima que el 20% de niños y adolescentes de todo el mundo muestra signos de enfermedades mentales, especialmente depresión y ansiedad. Y las cifras aumentan cada año según nuestros especialistas de la Unidad de Psicología y Psiquiatría Infantil y Adolescente.
Las razones detrás de esta preocupante tendencia son tan numerosas como complejas:
- Las exigencias cada vez más estresantes de la vida moderna
- Estar constantemente pendiente del teléfono móvil y redes sociales
- Factores ambientales, como la contaminación.
Expertos de todo el mundo han intentado desentrañar cada factor de riesgo para saber qué cambios son necesarios para prevenir problemas de salud mental en menores.
Recientes estudios de la Universidad Aarhus de Dinamarca afirman que las personas que han crecido en contacto directo con la naturaleza tienen muchas menos posibilidades de desarrollar una enfermedad mental en la edad adulta.
Los espacios verdes pueden salvaguardar nuestras mentes
En este estudio, los investigadores utilizaron datos desde 1985 hasta 2013 para identificar las zonas verdes más próximas a las viviendas de la infancia de más de 900.000 daneses.
Después cotejaron estos datos con la población en riesgo de desarrollar una de las 16 enfermedades mentales en la edad adulta. Los estudios mostraron que la gente que había crecido en las inmediaciones de espacios verdes tenía hasta un 55% menos de riesgo de desarrollar problemas de salud mental de adultos.
Estos resultados no se alteraron incluso después de que el equipo investigador estudiase otros factores modificadores potenciales, como el estatus socioeconómico del individuo, su historial médico familiar relacionado con enfermedades mentales, y migración del campo a la ciudad.
Los datos utilizados para esta investigación han sido excepcionales, dado que se ha tenido la oportunidad de comparar una gran cantidad de información de los registros como:
- La localización residencial (actual y en el pasado)
- Los historiales médicos de diagnósticos de enfermedades mentales
- Imágenes por satélite mostrando la extensión del espacio verde que rodeaba a cada individuo durante su infancia.
Por otro lado, este estudio también revela que, cuanto más tiempo estuvieron los niños rodeados de naturaleza durante su infancia (desde el nacimiento hasta los 10 años), más probabilidad había de disfrutar de una buena salud mental durante la edad adulta.
Con este estudio se ha logrado demostrar que el riesgo de desarrollar un trastorno de salud mental disminuye gradualmente a medida que el niño ha estado rodeado de espacios verdes desde el nacimiento hasta los 10 años. Por lo tanto, podemos afirmar que los espacios naturales durante la infancia son extremadamente importantes.