La bronquiolitis es una inflamación de los bronquios del pulmón del bebé, secundario a una infección viral. Está causada generalmente por el virus respiratorio sincitial (VRS), aunque hay muchos otros virus que pueden ocasionarla.
Estos virus hacen que las diminutas vías respiratorias de tu bebé se inflamen y se llenen de mucosidad, dificultándole la respiración.
La bronquiolitis tiene una época epidémica que abarca desde octubre hasta febrero, que es cuando aumenta su incidencia. Los síntomas de la bronquiolitis son parecidos a los de una bronquitis de niños más mayores. Tu bebé quizás experimente:
- Congestión nasal y/o moqueo
- Tos seca frecuente que dificulta el sueño y/o la alimentación
- Fiebre (>38º C) o febrícula (>37,5º C)
- Dificultad respiratoria o tiraje. Esto podrás observarlo al ver cómo se hunden sus costillas sobre su abdomen cuando respira
- Aumento de la frecuencia respiratoria
- Puedes incluso llegar a escuchar los pitos o sibilantes cuando tu bebé espira, es decir, cuando echa el aire desde el pulmón hacia el exterior
Para aliviar la congestión y el moqueo es recomendable el uso de las clásicas soluciones hipertónicas en gotas o espray recomendadas por tu pediatra. Debes hacer un uso moderado del aspirador nasal, limitándolo a aquellas situaciones en las que persiste la obstrucción nasal a pesar de las medidas anteriores.
Puede ser recomendable que el bebé duerma más incorporado, incluso puede ser útil acostarlo en su sillita de paseo en los días peores.
Debido a su naturaleza vírica, los antibióticos no ayudan a la recuperación del bebé. Es por esto por lo que debes acudir a tu centro pediátrico y el especialista en función de la situación clínica, no solo te recetará la medicación necesaria, acorde a su edad y a la gravedad de la bronquiolitis, sino que también te dirá con qué frecuencia habrá que revisarlo en los próximos días.
Si la bronquiolitis empeora, la tos se volverá más persistente y la respiración tenderá a acelerarse y a hacerse trabajosa. Los latidos del corazón se acelerarán y quizás tenga problemas para comer.
Las tomas pequeñas y frecuentes probablemente sean de gran ayuda para tu bebé si le cuesta respirar. De este modo también evitarás que se deshidrate. Durante las tomas, procura sostenerlo tan recto como sea posible, mientras le sujetas la cabeza, así favorecerás que pueda comer mejor.
La evolución de la bronquiolitis suele ser muy tórpida, mejora y empeora caprichosamente para poder llegar a tardar en resolverse más de 1-2 semanas.
Te recomendamos que acudas a nuestras consultas de Centro Pediátrico en Sevilla si:
- Cada vez la respiración se vuelve más trabajosa y le cuesta mucho respirar
- Cada vez come menos
- Parece deshidratado porque moja cada vez menos el pañal
- Tiene menos de tres meses y su temperatura es de 38° C o más
- Está muy somnoliento o aletargado
Por otro lado, debes llevar a tu bebé a urgencias pediátricas si:
- Está pálido o sudoroso
- Tiene los labios morados
- Notas que tiene periodos de “apneas”. Son pausas respiratorias de más de 10 segundos de duración. En muchas ocasiones, esta es la única y la primera forma que tiene de manifestarse una bronquiolitis, por lo que, en época epidémica deberemos estar atentos a esta sintomatología.