En sus edades tempranas, los niños corren el riesgo de sufrir diversas enfermedades, así como de tropiezos y caídas a medida que se vuelven más curiosos. La mayoría de las veces, no hay nada de qué preocuparse, pero siempre es útil saber cuándo y dónde puedes encontrar atención pediátrica urgente.
Debemos partir de la base que es nuestra OBLIGACIÓN hacer un buen uso de los Servicios de Urgencias. Desgraciadamente, cada vez más, nos encontramos Servicios de Urgencias saturados por patologías banales que pueden esperar a tener cita reglada con un pediatra en 24-48h. Estamos acostumbrados a recibir una atención inmediata ante cualquier signo o síntoma de infección y a dejar de apoyarnos en nuestro sentido común. ¿Cuántas veces nos llevaban nuestros padres a Urgencias?
Señoras y señores, por favor, ¡sentido común!
La labor del pediatra es, entre otras, educarnos en Salud, daros las herramientas necesarias para controlar la mayoría de las patologías de la infancia en casa y acudir a consulta reglada si persisten los síntomas o identificar los signos de alarma por los que SÍ deberemos acudir a Urgencias
A continuación, te hablamos de los RED FLAG SYMPTOMS o signos de alerta por los que sí acudir a Urgencias en función de la patología que presente tu hijo. Hablamos de los 3 más frecuentes:
Fiebre
Lo primero es saber que hablamos de fiebre por encima de los 38°C.
La fiebre puede acompañar a cualquier proceso infeccioso. Los procesos febriles cuando empiezan suelen durar entre cuatro y cinco días. Los primeros días la fiebre puede ser más persistente, puede incluso que no desaparezca a pesar del tratamiento antitérmico que administres. En ocasiones no baja la fiebre de 38° y vuelve a subir nuevamente. Es habitual que necesites administrar los antitérmicos cada cuatro horas. Este es el proceso normal y más frecuente en cualquier proceso febril, por lo tanto, podemos controlarlo en casa hasta que pueda vernos un pediatra en consulta previa cita.
A medida que pasen los días, irás notando como los picos de fiebre se espacian en el tiempo. Esto empezará a indicar que el proceso febril está a punto de desaparecer.
Por lo tanto, ¿cuáles son los signos de alerta que con fiebre me obligarían a acudir a Urgencias?
- Las petequias, pequeñas pintitas de color rojo que aparecen en la piel, y que no desaparecen cuando intentas estirar la piel circundante.
- Vómitos continuos. Más de 5-6 vómitos en un periodo de tiempo corto de menos de 8h o inferior.
- Decaimiento exagerado mantenido en el tiempo a pesar de no tener fiebre. Recuerda que cuando la fiebre, sube lo normal es que nuestro hijo esté más decaído, eso es normal. Me refiero a decaimiento significativo (¡sentido común!), a pesar de estar sin fiebre en ese periodo.
La fiebre con cualquiera de estos signos asociados es un motivo justificado para acudir a Urgencias.
Vómitos y diarreas
El riesgo de cualquier patología que debute con vómitos y diarreas es la deshidratación. Por lo tanto, ¿cuándo deberemos acudir a Urgencias?
- Vómitos incoercibles, es decir, todo lo que entra, a pesar de ser pequeñas cantidades, vuelve a salir inmediatamente tras ingerirlo.
- Deposiciones muy frecuentes (>10-12) y muy abundantes y en corto espacio de tiempo.
- Signos de deshidratación: decaimiento excesivo (¡sentido común!), ausencia de lágrimas, ojos hundidos, lengua seca o muy pastosa.
Infecciones respiratorias
¿Te has preguntado cuántas veces habéis ido a Urgencias por tos y mocos y cómo en cada una de las ocasiones, las indicaciones de los pediatras han sido las mismas?
En el contexto de una infección respiratoria, mientras que no exista dificultad respiratoria, puedes utilizar el tratamiento SINTOMÁTICO clásico para controlar los síntomas. ¡¡No hay nada que quite los mocos y además, estarán ahí hasta el próximo verano!! Los ruidos de mocos que suenan o se transmiten al pecho no tienen importancia.
Debéis mantener tratamiento sintomático en el siguiente orden y no obligatoriamente las 3 cosas:
- Lavados nasales con agua de mar
- y/o aspirar si precisa, (no es necesario siempre y cuanto menos mejor)
- y/o descongestionantes nasales, 3-4 gotas en cada fosa nasal, fundamentalmente antes de las tomas y/o antes de dormir
Pero a lo que vamos… ¿Cuándo tendré que ir a Urgencias?
- Dificultad respiratoria. La dificultad respiratoria se puede apreciar porque podréis escuchar pitos al final de cada espiración, moverá muy rápido el abdomen, la frecuencia respiratoria aumentará, y podréis incluso apreciar cómo se hunden sus costillas al respirar. Podríamos estar ante una infección respiratoria de vía baja y el tratamiento sería diferente.
- Tos persistente que no lo deja descansar o le hace vomitar continuamente.