Uno de los primeros cuidados que necesita el bebé nada más nacer es la zona de su ombligo. El ombligo no es más que la cicatriz que queda después de cortar el cordón umbilical que, después del nacimiento, queda sujeto con una pinza especial.
Los cuidados del cordón umbilical hasta su caída, y también después de desprenderse, son fundamentales. Normalmente, pasadas dos a tres semanas éste suele caerse solo. Durante este tiempo, los padres deben cuidar especialmente este área. De este modo se evitarán infecciones y otras complicaciones en la salud del bebé. Lo más importante es mantenerla limpia y seca. Cuanto más seco se mantenga el cordón, antes se desprenderá y menos riesgo habrá de infección. Durante el baño, es recomendable no sumergir completamente la zona del abdomen. Cuando le pongas el pañal a tu bebé, intenta dejar el ombligo destapado para que quede al aire y no esté en contacto con la orina.
Algunos consejos para el cuidado del cordón umbilical
1.Lavarse las manos antes de su cuidado.
2.Usar agua tibia con jabón neutro para limpiar la zona del cordón y posteriormente secarlo muy bien.
3.No tapar la zona. Es mejor dejarla descubierta.
4.Cambiar frecuentemente los pañales del bebé para que no se produzcan roces.
En ningún caso, debes estirar del cordón para arrancarlo, aunque sea un hilo fino el que los une. Podría provocar una hemorragia importante. Una vez que se desprenda definitivamente de manera natural, puede que sangre un poco, pero por eso no hay que preocuparse.
Si la zona alrededor del ombligo se pone roja, sangra, tiene mal olor o presenta pus, ponte en contacto inmediatamente con tu pediatra. También consulta al médico si pasado un mes, el cordón no se ha caído.







