No sois pocos los que habéis acudido recientemente a Centro Pediátrico a preguntarme por el uso de humidificadores en casa para aliviar las afecciones respiratorias de vuestros pequeños. “¿Son buenos? ¿Son malos? ¿El precio importa? Es que hay varios tipos y no sé cuál es el mejor para lo que tiene mi hijo/a…”
Debido a la gran oferta de humidificadores de venta libre y a la poca información contrastada que existe con respecto al buen uso de este producto, os voy a dejar en este post un resumen de todo lo imprescindible y necesario que hay que saber de los humidificadores y un enlace muy interesante con toda la información detallada y pormenorizada sobre qué es la humedad ambiental, cómo se modifica en función de la temperatura y cómo afecta a la salud humana, especialmente a la de los niños y niñas.
Consideraciones generales
- Es recomendable medir la humedad de la habitación donde se va a usar el humidificador antes de usarlo
- Lo ideal es mantener la humedad ambiental entre 40 y 60% para minimizar el riesgo de infecciones respiratorias y la severidad de reacciones asmáticas y alergias
- El empleo de humidificadores como tratamiento sintomático de afecciones del aparato repiratorio queda básicamente limitado al resfriado común y a la laringitis
- Los beneficios de un humidificador para enfermedades de las vías respiratorias inferiores (bronquitis/bronquiolitis/neumonías) NO están demostrados, por lo que NO se recomienda su uso si el niño es alérgico o asmático (riesgo de dispersión de contaminantes o alérgenos desencadenantes de posibles crisis).
Sobre el uso y mantenimiento de los humidificadores
- Usarlos solo en caso necesario, aconsejado por el pediatra
- Ajustar la humedad a las condiciones ambientales de la habitación
- Usar agua destilada
- Cambiar el agua a diario
- Limpiar el humidificador siguiendo siempre las indicaciones del fabricante
- Mantener fuera del alcance de los niños
- Colocar lejos de superficies mojadas
- Secar y limpiar el humidificador después de usar
- Antes de volver a usarlo, se recomienda volverlo a limpiar
Si me tengo que «pringar», y a la vista de toda la controversia que existe en la literatura médica, como ya sabéis, yo no recomiendo el uso de humidificadores domésticos porque entiendo que los beneficios que aportan sobre el tratamiento sintomático habitual de cualquier resfriado común (lavados nasales con soluciones hipertónicas, descongestionantes, etc.) son mínimos o no existen; y todo esto sin tener en cuenta los problemas de seguridad y riesgo de transmisión de contaminantes y alérgenos asociados a un uso no adecuado.